SYM Maxsym 400: 5.000 km superados
Tras la prueba del nuevo maxiscooter de SYM, propusimos al importador realizar una prueba de larga duración con él. Ya hemos superado los 5.000 km (primer objetivo) y el Maxsym sigue adelante como un reloj…
SYM MaxSym 400
Cuando una marca taiwanesa, especializada en scooter de pequeña y mediana cilindrada, lanza un modelo más grande al mercado, es lógico que el público se pregunte por su fiabilidad: ¿cómo resultará a largo plazo ese motor?
En su momento ocurrió con el KYMCO Superdink 300, al que sometimos a una prueba de 5.000 km que superó sin novedad, y esto es lo que hemos querido comprobar con el recién llegado SYM Maxsym 400, que marca la entrada de este fabricante, feroz competidor del otro en el mercado local taiwanés pero cada vez más presente también en el nuestro, en el mundo de los maxiscooter.
Pensamos inicialmente en completar con él también 5.000 kilómetros, (una cifra equivalente a un año de uso en la mayoría de personas) pero la verdad es que el SYM se ha mostrado un auténtico «devorador de kilómetros» y cuando nos quisimos dar cuenta…
¡Ya habíamos superado esa cifra! Así que hemos puesto el listón un poco más alto, y no tardaremos mucho en completar la prueba al pasar la frontera de los 10.000 kilómetros.
SYM MaxSym 400
Sin novedad
Tuve ocasión de ver en directo cómo montan los SYM 400 en la fábrica de Taiwan, luego pudimos comprobar cómo funcionaba en su presentación de otoño y por fin llegó la unidad de pruebas con la que recorrimos nuestras rutas habituales y realizamos las mediciones correspondientes.
Las buenas sensaciones iniciales se confirmaron: el Maxsym es un scooter rápido (está entre los 400 más veloces sin envidiar nada a los japoneses ni europeos) y bien acabado, pues el paso de los kilómetros no ha degradado ni ajustes de plásticos ni cerraduras.
El carenado se ha mostrado, junto con la cúpula, perfecto para viajar: desvía el aire (y en su caso, frío y lluvia) perfectamente incluso para los más altos, y eso ha ayudado a que los kilómetros «caigan» tan rápidamente.
Las suspensiones han recibido algunas críticas, no por falta de estabilidad (impecable y que se aúna con una excelente agilidad) sino por comodidad (dureza). Lo mismo que ciertas vibraciones a bajas revoluciones: al moverse entre 3.000 y 4.000 vueltas, es decir a baja velocidad en tráfico urbano por ejemplo, embrague y variador dan pequeños tirones que empañan su comportamiento.
En uso normal el motor no es muy gastón y se sitúa entre 4’5 y 5 litros por 100 kilómetros, lo que da una autonomía máxima de 300 km si apuramos el depósito (de 15 buenos litros) y cuidamos la muñeca derecha, aunque lo más normal es repostar entre los 200 y 250 km, ya que el indicador de gasolina no es preciso en su parte final (pasa de ¼ a «reserva» de golpe, y de ahí a «cero» también del tirón) y ya nos ha costado una vez quedarnos sin gasolina…
Lo mejor, sin duda, la comodidad de marcha por su posición y protección. Para los muy altos (por encima del 1’80 m, quizás 1’85 m) un consejo sería comprobar qué tal «encajan» con los pies en la posición más adelantada.
Hubo quien llegaba a rozar las espinillas con la parte trasera del escudo (la guantera) y descubrimos que, desmontando el pequeño respaldo, se ganaba notablemente en amplitud (pero nos quedan los dos pequeños orificios de su fijación, claro).
En el momento de escribir estas líneas el SYM cuenta 6.500 km ya en su marcador, y hasta ahora no hemos sufrido ningún contratiempo. Desde la última revisión (tras el rodaje) tuvimos que añadir solo 200cc de aceite a los 6.000 km para llevar el nivel al máximo (estaba algo por encima del mínimo), que es un consumo mínimo de lubricante y habla muy bien de la calidad interna del propulsor.
Hemos medido prestaciones tras el rodaje y antes de la próxima revisión, y se nota que el filtro de aire reclama reeemplazo (aceleraciones algo más lentas y consumo más alto), pero seguiremos informando….
A este ritmo no tardaremos en llegar al final de la prueba.
Fuente: http://www.motociclismo.es/pruebas/scooter/imagen/sym-maxsym-400-20#ancla