Un scooter como el Maxsym 400i era lo que le faltaba a una firma como Sym. Con su potencial, prestigio a escala mundial y capacidad tecnológica, era sólo cuestión de tiempo que el fabricante taiwanés diera los pasos necesarios para lanzar al mercado su primer maxiscooter de gran cilindrada.
Sym lleva tiempo dándole vueltas a su Maxsym 400i, han sido muchos años de estudios y pruebas para comprobar que, definitivamente, todo estaba en su sitio. Sus creadores no han querido correr ningún riesgo, han recorrido miles de kilómetros con las unidades preserie y realizado todo tipo de tests para que sus clientes disfruten, desde el primer momento, de un megascooter fiable, bien acabado y con un funcionamiento óptimo.
Todo ello lo pudimos comprobar en directo en la presentación oficial para la prensa española, a la que, muy amablemente, nos invitó Motos Bordoy, su importador de Sym para España. Una jornada de pruebas ideal, en la que pudimos degustar el nuevo Maxsym 400i en todas las circunstancias y situaciones posibles (en autovía, ciudad, carretera rápida y ratonera…) y que nos ayudaron a descubrir, de la mejor forma posible, de lo que es capaz su recientemente lanzado maxiscooter.
Máximo confort
El Sym Maxsym 400i es un megascooter talla XL como los de antes, con un aspecto que tiene muchas cosas en común con sus principales rivales; el Suzuki Burgman 400 y el Yamaha Majesty 400. Sus creadores no han dudado a la hora de condicionar el diseño del scooter en favor de una posición de conducción amplia y confortable.
De ahí su sobredimensionado asiento de doble altura, cuyo desnivel ha sido aprovechado para proporcionar un comodísimo apoyo lumbar al conductor. Ambos ocupantes gozarán de mucho espacio donde reposar, al mismo tiempo que de una superficie cómoda y bien mullida que les ayudará a afrontar gran número de kilómetros sin que aparezca el cansancio.
El acompañante gozará de una posición excelente. Para su uso y disfrute se ha dispuesto un generoso respaldo, debidamente acolchado, unas ergonómicas asas de buen tamaño y unas estriberas escamoteables bien situadas que, por si fuera poco, gozan de un mecanismo de despliegue automático para que no nos ensuciemos las manos a la hora de desplegarlas.
De vuelta al puesto de mandos, el conductor reposará sus pies en una plataforma que, al estar dividida por un túnel central que da cobijo al depósito de gasolina, no es especialmente amplia. A pesar de ello, ha sido debidamente adelantada para que el conductor pueda estirar confortablemente las piernas cuando, por ejemplo, se halle en ruta.
En lo que se refiere a la parte alta del cuerpo, los brazos reposarán sobre un bien colocado manillar doble altura que, al mismo tiempo, es bastante ancho para favorecer el efecto palanca. Las manetas que le acompañan en sus extremos son de tipo regulables, por lo que las podremos escoger entre varias distancias hasta dar con la que más a gusto nos encontremos.
Para completar su magnífica posición de conducción, en Sym han diseñado un envolvente escudo frontal que, en su parte superior, se ve complementado por una pantalla de buenas dimensiones.
En conjunto, ambos elementos nos mantienen a salvo tanto de la influencia del viento como del frío y la suciedad en invierno, algo que sin duda se agradece en un megascooter de esta tipología, pues disfrutar de una buena protección aerodinámica en ruta es siempre un factor importante.
A todo lujo
Otro de los aspectos en los que el Maxsym también nos sorprendió muy gratamente fue en el del equipamiento; realmente no le falta de nada. Sym nos obsequia con un scooter muy completo y bien trabajado, con un listado de equipamiento de verdadero lujo en el que difícilmente echaremos algo en falta.
Para comenzar cumple con muy buena nota en el apartado de capacidad de carga, donde su habitáculo bajo el asiento ocupa un papel protagonista. Éste está formado por un solo volumen, tipo Burgman, y como en este último ofrece el espacio suficiente para dos cascos integrales.
Realmente Sym ha solucionado muy bien este punto, ya que, además de capaz, el cofre dispone de un interior tapizado para evitar rayar nuestros cascos, sin olvidar la luz de cortesía. A la hora de abrirlo
podremos escoger entre dos opciones; por un lado desde el contacto y, por el otro, mediante un botón (es un sistema eléctrico) situado en la piña de conmutadores izquierda. Lo mejor de todo es que, dado el volumen del enorme asiento, Sym ha tenido a buenas equiparlo con dos amortiguadores que lo sujetan una vez abierto. Un diez para sus
creadores, que han pensado en todo… Para que podamos transportar objetos más pequeños sin necesidad de abrir el asiento, el Maxsym pone a nuestra disposición un conjunto de tres guanteras, localizadas todas ellas tras el escudo. En los laterales hay dos más pequeñas que se abren apretando un simple botón, mientras que en la parte inferior encontraremos la tercera; de mayor tamaño (con cerradura), con toma de corriente y entrada de USB en su interior.
Aún hay más
Uno de los puntos más cuidados ha sido el de la seguridad ante un posible robo. Para complicar las cosas al máximo a los amigos de lo ajeno, se ha dotado el Maxsym no sólo del habitual cláusor, sino también del conocido sistema de desconexión de encendido de seguridad bajo el asiento y el cierre magnético situado en la piña de contacto.
El apartado de iluminación es igualmente uno de los mejor solventados; por ejemplo, delante se ha instalado un doble faro elipsoidal de gran potencia, tanto en largas como en cortas, y bastante eficaz a la hora de distribuirla. Mientras, las luces de posición se delegan a un par de baterías de leds, un elemento utilizado también en el piloto posterior doble por su alta luminosidad y el bajo consumo energético.
El cuadro de instrumentos también merece una mención especial por la calidad y la cantidad de información que aporta al conductor. Básicamente se compone de dos grandes esferas, una para el velocímetro y otra para el cuentavueltas; éstas, a su vez, están flanqueadas por dos más pequeñas destinadas al nivel de gasolina y a la temperatura de líquido refrigerante. En la parte central encontramos una pantalla digital multifunción en forma de esfera que incluye los kilómetros parciales, nivel de carga de batería, reloj e incluso la fecha. Para terminar, justo debajo, se han agrupado lo testigos luminosos, discretos, pero bien visibles, de test de inyección, freno parking, cofre abierto, luces largas, presión de aceite y caballete lateral desplegado.
El diseño del tablier y la suavidad de su retroiluminación le confieren un aspecto muy elegante y sofisticado, la simplicidad gráfica de su fondo le aporta una extraordinaria facilidad de lectura, siendo realmente fácil de comprobar en cualquier situación lumínica; de día, de noche, con el sol en contra, etc…
Realmente el Maxsym es un auténtico superdotado en lo que se refiere al equipamiento. A todo lo que ya hemos descrito hasta el momento le podríamos sumar los dos tipos de caballetes disponibles (central y lateral, este último con desconectador), un práctico freno de estacionamiento cuya palanca está colocada en la parte derecha del contraescudo, o incluso el conmutador de intermitentes de emergencia que, por cierto, es muy accesible por su colocación.
En marcha
Lo mejor lo hemos dejado para el final, como podéis imaginar, nos referimos a su equipamiento técnico y, en especial, a su excelente comportamiento. Como decíamos en un principio, su importador, Motos Bordoy, diseñó un recorrido por todo tipo de escenarios. Conscientes y sabedores de las excelentes cualidades del Maxsym, no dudaron en confeccionar una ruta de más de 100 kilómetros en la que pudimos poner a prueba hasta la última característica del Maxsym 400i.Para comenzar, goza de una parte ciclo excelente, basada en un robusto bastidor, sabiamente reforzado, para soportar las acometidas de un motor con algo más de 34 CV de potencia.
Como suele ser frecuente entre los de su clase, el maxiscooter de Sym dispone de una considerable distancia entre ejes de 1.555 mm y un centro de gravedad situado bastante bajo, lo que, unido a un apartado de suspensiones de calidad, le confieren una estabilidad excelente. Como algunos de sus rivales, el Maxsym posee una horquilla convencional, pero con anclaje de doble tija, con unas barras bastante gruesas (41 mm) y, muy acertadamente, se aposenta sobre unos neumáticos de gran sección y detipo radial (para evitar deformaciones a grandes velocidades), montados sobre llantas de 15 y 14 pulgadas.Por todo ello, el buque insignia de la firma taiwanesa desarrolla en carretera un comportamiento espectacular, con un paso por curva estable y seguro, y ofreciendo a su conductor una confianza total a la hora de inclinar.
Por su volumen y batalla no es un scooter muy rápido en los cambios de apoyo, de hecho resulta algo perezoso a la hora de enlazar curvas muy lentas, pero de lo que sí podéis estar seguros es de que actúa en todo momento con mucha fiabilidad; sus suspensiones lo sujetan como es debido y no flaquean cuando se les exigen el máximo apoyo.
Todoterreno
En carreteras rápidas no pierde el ritmo, ambos ejes están bien compensados y no se puede decir que sea un scooter muy sensible a los cambios de asfalto. Por lo que pudimos comprobar, se trataba de un vehículo muy apto para realizar viajes a medias de velocidad elevadas, que soporta sin balanceos ni serpenteos extraños.
Mecánicamente el Maxsym tiene muchísimo potencial, su nuevo monocilíndrico 4T LC DOHC 4V con sistema de inyección firmado por Keihin y con recubrimiento cerámico interno del cilindro da la talla. Acelerando es muy progresivo, no tiene una respuesta muy inmediata, pero tracciona bastante bien y esgrime un desarrollo final muy competitivo respecto a sus rivales.
En cuanto a velocidades máximas va sobrado, digamos que si lo deseamos, podríamos superar con creces las velocidades legales…
Consientes de las prestaciones de su scooter y el volumen desplazado, Sym ha dotado su criatura con un apartado de frenos simplemente
impresionante. Para comenzar, delante monta dos discos de 275 mm con nada más y nada menos que un par de pinzas radiales de cuatro
pistones, mientras que detrás se conforma con un único disco de 275 milímetros con pinza de dos pistones. Por si con todo esto no tuviéramos suficiente, un sistema de frenada combinada supervisa
todo el circuito de frenos, lo que da como resultado una capacidad de frenada excepcional, no sólo por la potencia brutal que tiene, sino por
lo sencillo que resulta sacarle el máximo partido a todo el conjunto.